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#Final4 – CSKA 68-70 OLYMPIACOS. Vassilis Spanoulis, el nuevo Dios del olimpo heleno.

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No queda otra que rendir pleitesía a un nuevo Dios para parte de la ciudadanía helena. Y es que lo de Kill Bill es una mezcla entre mago, asesino y un gladiador que compite como si no hubiese un mañana. Es el auténtico dominador del basket FIBA. Nadie dirige como él, nadie controla los tempos del partido como él, nadie anota en los momentos decisivos como él, nadie hace mejores a sus compañeros como él y nadie crea tanta devoción hacia el baloncesto como Vassilis.

Por qué hace un tiempo que llegué a la conclusión que la Euroliga es una competición donde compiten 5 versus 5 y siempre acaba ganando el diablo de Larissa. 11 puntos en menos de 5 minutos en el último periodo y con un mal encuentro a sus espaldas hasta dicho momento. Pero nadie en el mundo de la canasta dudaba de él, iba a aparecer, se iba a echar al equipo a la espalda e iba a liderar. Dicho y hecho.

Y es que Spanoulis y las 7 vidas de Olympiacos se merendaron a un ejército ruso repletos de talento, físico y fundamentos técnico-tácticos. Jugadores como AK47, Teodosic, Weems, Kaun, De Colo, Khyriapa… no pudieron con una fe inquebrantable y una competitividad enfermiza innatas en todo aquel que viste la elástica rojiblanca del Pireo.

El conjunto moscovita comenzó liderando en juego y anotación, llevando el tempo del partido. Jugando a tanteo alto y cortocircuitando los ataques helenos gracias a una sublime defensa sobre el mejor jugador del basket FIBA. 20-17 finalizaba el primer periodo y más jugadores rusos que griegos aportando en cuanto a la faceta anotadora.

Itoudis imprimió intensidad, carácter y ambición a la defensa rusa, y eso se vio reflejado en el luminoso. +7 para Cska en el ecuador del 2º periodo. Pero si alguien tiene más vidas que un gato en este mundo del deporte es Olympiacos y su premisa clara de sacar siempre lo máximo de aquellos recursos de los que se disponen, aunque no sean los mejores. Aparecían Printezis y Papapetrou con 11 y 9 puntos respectivamente para igualar el partido al descanso, 36-35.

Oly se marchaba al descanso con la sensación de haber cumplido los objetivos, jugar a posiciones largas, partido lento, a tanteos bajos y parar el vendaval ruso.

Cska salía muy serio defensivamente forzando pérdidas tontas del conjunto griego. 45-39 mandaban los rusos al inicio del 2º tiempo. 4 puntos de Olympiacos en 6 minutos y medio del 3º periodo que cortaba Sloukas con un 2+1 vital en el momento que más lo necesitaban. Aparecía en partido el otro desaparecido hasta el momento, Milos Teodosic que con 8 puntos consecutivos entre en final del 3º periodo y principio del 4º que abría una brecha de 9 puntos con 5 minutos de juego para el final del encuentro.

Llegó el momento de la imperiosa defensa helena y de Spanoulis con el esférico. En menos de 1 minutos Olympiacos anotaba 5 puntos consecutivos y conseguía ponerse a 4 puntos (63-59) a 3 minutos para el final. Defensa y contragolpe y defensa y triple por parte de Olympiacos para sellar un 0-10 de parcial que iba a marcar el devenir del encuentro. Printezis la tuvo desde la esquina para sentenciar, erró y Weems anotó para poner el 66-66 en el electrónico con 30 segundos por jugar.

Bola para Vassilis, todo el equipo abierto, encara, pasito atrás y triplazo desde 8 metros. +3 Olympiacos que comete falta y lleva al Cska a la línea del 4´60. Anota los dos, se pone a 1 y mandan a Sloukas al tiro libre a falta de 6 segundos. Anota el primero y falla el segundo, cruza pista Cska y lanza de forma incómoda AK47 mientras los helenos celebraban otra final en la máxima competición continental.

Sergio Sosa

Redactor 24segundosenblanco

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