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Los Nombres de la #Euroleague: Dario Saric

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Cualquier amante del baloncesto sonríe al escuchar o leer un topónimo en concreto: Šibenik. Y es que en esta ciudad croata, de apenas 50.000 habitantes, vino al mundo Drazen Petrovic en 1964. En dicha localidad dálmata el baloncesto es una religión, y de entre todos sus devotos, hoy hay uno que, como hiciera Drazen 25 años atrás, está asombrando al mundo. Es nuestro protagonista de hoy, el crack de Anadolu Efes Dario Saric. El último todoterreno de tantos que nos ha dado la antigua Yugoslavia.

Con 2.08 de estatura, Saric ocupa habitualmente el puesto de ‘4’. Pero no es un ‘4’ cualquiera. Porque no es un ‘4’ que destaque especialmente por su defensa, ni por su visión de juego, ni por sus movimientos en el poste, tampoco por su tiro exterior y mucho menos por su habilidad como ‘point forward’. No. Lo destacable del juego de Saric es que aglutina todos esos aspectos con una facilidad pasmosa. Es uno de esos todoterrenos que, de vez en cuando, germinan en las canchas de baloncesto repartidas por los países que en su día conformaron la antigua Yugoslavia. Posicionalmente, habría que encasillarle bajo esa etiqueta de ‘4’ que tan imprecisa resulta. No, si hay un número que define a Saric, ese es el 9 que lleva en su camiseta. Y es que el bueno de Dario es un 9 en todo: Tiene tiro exterior, tiene juego en el poste, se maneja a la perfección jugando en 2 para 2 y, sin duda, tiene un entendimiento del juego que está fuera de toda duda. En lo alto de esos 2.o8 de estatura, está la cabeza de un base que sale en transición con la ligereza y velocidad de un pequeño. En el aspecto ofensivo es uno de los jugadores más completos de esta Euroliga.

Físicamente sufre ante interiores más rocosos que él, que le buscan en el poste. Aunque es rápido y este es su fuerte en la faceta defensiva, anticipándose y robando muchos balones. Su movilidad le permite ser un decente defensor exterior cuando se queda con jugadores más pequeños en el 2 para 2. Pero, con todo esto, no deja de ser un 2.08 que rebotea muy bien para salir botando y defiende la zona ante jugadores más pequeños.

La muerte de Petrovic en aquella fatídica carretera alemana, aquel lluvioso día de 1993 conmocionó al mundo y especialmente a Croacia, nación que daba sus primeros pasos como estado independiente y de la que el genio de Sibenik había sido la cara más visible. Pero cuando el país aún lloraba la muerte del hijo pródigo, nacía en dicha localidad Dario Saric. Su vida, por tanto, estaría unida a la de Drazen desde sus inicios.

Dario dio sus primeros botes a un balón en el BC Drazen Petrovic, un equipo de Sibenik creado en homenaje a la leyenda malograda. De ahí pasó al KK Zagreb (donde, aunque no llegaron a jugar juntos, también estaba Mario Hezonja). En la temporada 2011-12 se empieza a hablar de Saric tras un gran torneo júnior y pasa a jugar con el primer equipo del Zagreb, debutando incluso en la Euroliga. Para la 2012-13 la Cibona se hace con sus servicios y Saric pasa a jugar (dónde si no) en el Drazen Petrovic Basketball Hall. Empieza a abrirse paso en el mejor equipo de Croacia y para 2014 ya ha ganado Liga y Copa croatas y la Liga Adriática. Los grandes de Europa se lo rifaban y en la NBA se frotaban las manos. Hace justo un año, se decidió por Anadolu Efes, entrenado por Dusan Ivkovic (el mismo que dirigió a la Yugoslavia de Petrovic, Divac, Kukoc y compañía). Con 9.8 puntos, 6.4 rebotes y 2.3 asistencias por partido en su primera campaña completa en la Euroleague, Dario mira hacia adelante y afronta una campaña que está destinada a ser la de su consagración y, a la vez, la de su despedida de Europa.

Sí. Porque a sus 21 años, y con sus derechos en manos de los Philadelphia 76ers, la NBA es el siguiente paso. Pero como hizo Drazen en su día, decidió esperar. En 2014 Saric afirmó que tras dos temporadas en Efes, cruzaría el charco. Pero para ese momento queda aún un año en el que Saric tiene mucho que decir.

Por Anaya Coll (@Anaya_Coll)
Redactor 24segundosenblanco

Nacho Anaya Coll

Redactor 24 segundos en blanco

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