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La Tribuna – Sobre el Barça-Madrid de anoche

Una derrota contra el Barça. Twitter estalla, disfrutan recordando noches gloriosas de lasismo al caer derrotado: «No sirve», «Laso la losa» y todas las expresiones imaginables. La pataleta, el cabreo, el “no respiro”, la barra del bar pero ¿las causas? ¿Qué pasó para anotar solo 4 puntos en un cuarto? ¿Qué hicimos mal? ¿Qué hizo bien el contrario? No tengo todas las respuestas a estas preguntas pero creo en que debemos hacer un análisis no en caliente una vez pasada la batalla.

¿Se equivocó Laso? Pues para mí se equivocó en detalles, pero el planteamiento fue correcto. ¿Acertó Pascual? Sí, bastante, pero le vi más nervioso de lo habitual frente a una calma que sólo había visto en Laso durante la pasada final ACB. Ambos técnicos anoche repartieron aciertos/errores por igual en su dirección, pero no les veo responsables del resultado de un partido de parciales y de creer más en buscar un quinteto que funcione en vez de estar quemando tiempos muertos que puedes necesitar para más adelante.

Cada uno tiene una visión, cierto. Yo vi a un Madrid que siguió su plan de juego a rajatabla, el mismo plan que le ha hecho conseguir tantos títulos, pero se encontró con un Barça muy serio otra vez más en lo que llevamos de temporada: HOLA, QUE YA VAN 3 SEGUIDAS IN A ROW. A lo mejor parecen más débiles o con peor roster que otras temporadas, pero mira por donde, nos han tomado la medida este año. Y esto es una mala noticia en el aspecto mental, casi la batalla más importante a librar en este tipo de enfrentamientos.

Y nos la han tomado gracias a que dos jugadores han perdido el miedo del año pasado: Tomas Satoransky este año no se siente inferior a Chacho y Llull, y se siente con mando en plaza sin Huertas al lado. También Doellman ha recuperado galones perdidos tras irse de Valencia a Barcelona: anotación, primera opción interior, confianza ilimitada gracias a varias “canastas ganadoras” que contrarresta los últimos meses tan discretos de Tomic, con escaso protagonismo en ataque. Pero sobre todo tienen a dos hombres nuevos en el Barça que frescos de mente desde el inicio del año han conseguido darle la vuelta a la dinámica de los Madrid-Barça: Ribas y Perperoglou. El escolta catalán es uno de los fichajes estratégicos que pueden marcar un ciclo, mientras que el griego tras un mal año en Efes, se ha convertido en una especie de segundo “asesino silencioso” al estilo del mejor Brad Oleson, un hábitat donde se encuentra cómodo.

Como guinda a los horripilantes últimos meses de Tomic el fichaje de Dorsey tras la lesión de Lawal le ha dado a Pascual la pieza que llevaba buscando desde 2010. Es verdad que Dorsey a más de tres metros no la mete y que tira los tiros libres como si lanzara piedras a un estanque pero tiene un culo, un peso y una fuerza que colapsa la zona y le permite al Barcelona ser más agresivo en la defensa exterior a niveles que no recordábamos desde Vázquez-N’dong. En frente, un Madrid frío, que al colapsar el pick and roll, no poder conectar con Ayón y Felipe por la presencia de Dorsey y una falta de acierto pocas veces vista se vio 25 puntos abajo, pero señores, remontó y se puso +6, es decir: +31 tras tocar fondo.

Es cierto que ayudó mucho un Arroyo más pensando en clavar el triple que pusiera el más 30 y hacer la jugadita personal que en mantener el ritmo, lo que hizo entrar al Chacho en el partido. Sin Dorsey en el quinteto azulgrana y con TACHÁN MACIULIS DE 4, se pudo contener a Doellman en el tercer cuarto después de haber superado varias veces a Felipe como par. Pero el capitán blanco en el final de la remontada en ese tercer cuarto pasaría a jugar de center, alejando a Tomic de la zona (horrible). A TOMIC SE LE FLOTABA A 6 METROS ¿Recuerdan a Obradovic flotando a Rubio hace años?

Me atrevo a decir que se jugó peor tras el +6 que en todo el primer cuarto. Tras el +6 el Madrid dejó entrar a Satonransky en el partido primero con un triple y luego con un mate + golpes en el pecho que metieron a la grada de lleno en el encuentro. La vuelta de Dorsey a la pista por Tomic, que será el dolor de muelas para Laso en próximos enfrentamientos, como era Slaughter para XP el año pasado cuando se plantaba en pista. Junto al binomio Ribas-Satoransky, son las armas que Pascual ha descubierto que nos hacen daño, puesto que creo que Doellman-Perperoglou se podrían sujetar bien con una versión al 100% de Rudy y con un buen rendimiento de Rivers + Maciulis que no volverán a tener una noche tan mala como esta. 

Quedan finales, primero Olympiacos, después Baskonia y por último Khimki; quedan muchos partidos contra el Barça este año y quedan muchas cartas que poner sobre la mesa. Quedan cosas a corregir, como que el ataque en momentos críticos, con Rudy en nivel óptimo – ayer no estaba para aportar en ataque, si en defensa – mejore la circulación y no dependa del estado de gracia de Llull o Chacho.

Ayer se perdió un partido en la salida, se ganó en el nudo y se falló en el desenlace más por desacierto y demérito del Madrid que brillantez del Barça: No creo esta vez que la “magia del Palau” en el cómputo de tiros libres en el último cuarto funcionara igual. El Madrid salvo unas faltas de tiro a Perperoglou, logró forzar faltas a sus peores tiradores (especialmente Dorsey) antes de conceder canastas.

@Sgiostar

Sergio Sosa

Redactor 24segundosenblanco

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