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Los nombres de la Euroleague | Esos que están detrás de Shved.

Empezaré siendo completamente honesto y sincero: yo hoy venía a hablarles de Shved. Me disponía a seguir esta sobredosis de tirador ruso concentrado que está siendo el comienzo de temporada. Que si es líder, que si no, que si récord de puntos, de tiros, de triples, que si Khimki se equivoca, que si Bartzokas… Pero resulta que Shved será baja por enfermedad y adiós historia. Ya, tienen razón. Ya sé que quizá les está repitiendo tanto Shved, pero es que quien haya seguido los seis primeros partidos de los amarillos habrá podido observar que es difícil hablar de alguien que no sea el lánguido base. 

Así que lo primero que he hecho es pensar quién era protagonista secundario en esta plantilla para fijarnos en el partido de mañana… y me he dado cuenta de que no podría decir con claridad ninguno. Si bien estos años de atrás Khimki ha tenido plantillas mucho más amplias donde solían sobresalir jugadores detrás no sólo de Shved, sino también de Tyrese Rice, este año me he dado cuenta de que absolutamente ningún jugador de plantilla ha conseguido escoltar al ruso. No ya por números sino por constancia, regularidad y cierto peso en el equipo. ¿Puede que Shved absorba tanto juego en todos los aspectos?

Shved levanta a Tony Crocker (Euroleague)

Cuando miramos la plantilla allá por el mes de Septiembre, una de las claves evidentes parecía el serbio Stefan Markovic. En la organización por segundo año consecutivo y un jugador de equipo prácticamente tallado por Djordjevic como una ayuda fenomenal para un base anotador –Teodosic en Serbia-, resulta que no funciona. Un año y medio y más allá de ser un apoyo excepcional manejando el balón y dirigiendo -es decir, dando un par de asistencias a Shved-, apenas incide en el juego. Y no nos engañemos, Markovic es un jugador cuya progresión en el tiro externo fue tan importante que Sasha le usaba para aprovechar espacios generados por los Teo, Bogdanovic, Jokic o Raduljica para matar desde el triple. Eso le valió un muy buen contrato en Zenit San Petersburgo y el resto… el resto es Khimki, corriendo para arriba y abajo muchas veces de forma desangelada y acumulando 2’4 puntos y 3’8 asistencias con un paupérrimo 20% en triples.

Con la marcha de Thomas Robinson (yo les voy a decir una cosa bajito, casi al oído, mejores números que saber entender el baloncesto este chico) los ojos por dentro se iban a Jordan Mickey. Un pivot de poca estatura pero de juego muy clásico al que la NBA le ha llegado en un mal momento. Con un futuro que parecía ciertamente presumible en la competición más grande pero que el cambio de rumbo y de estilo dejó fuera. Mickey por decirlo de alguna manera, podría ser Udonis Haslem en el mejor de sus sueños. Y ahora mismo si sueña mucho más fuerte conseguiría ser Kyle Hines. Esto sólo sirve para hacer un boceto rápido de qué tipo de jugador hablamos, pero ahora mismo nos encontramos muchísimo más lejos. Quizá enfrentarse -y perder- todos los años con CSKA te lleva a obsesionarte con las virtudes de tu rival –ejem, ejem, ¿Pustovyi?-, pero ¿se imaginan a Hines con el ritmo Shved? Ya, de momento le está costando. No está reboteando bien, parece que le está costando moverse en la zona del rival. Eso sí, vimos la luz: su mejor partido es el tope de Shved en asistencias de esta campaña. 28 puntos para Mickey y 10 asistencias para Shved (Milán). Quizá es el camino más claro que tiene Bartzokas para competir, si bien los dos últimos partidos apenas han vuelto a repetir actuación conjunta.

Jordan Mickey (Euroleague)

Incomprensible la ausencia en estos tiempos de jugadores tan útiles como Monia, alero alto con buen tiro exterior y un muy buen juego cerca del aro, incluyendo rebote. O el tirador Vyaltsev. Los ojos quedan pues marcados en la línea de americanos que tienen que aportar músculo y tiro. El primero -quien escucha nuestro podcast sabrá que es el nombre favorito de Manu Suarez– es Tony Crocker, hasta la fecha la opción más decente. Buen tirador exterior de mecánica muy rápida pero tendente a sufrir en defensa. Y el otro es Anthony Gill, más interior, buen reboteador y mucho más útil en conjunto del juego, aunque hasta la fecha con la misma cara que Markovic.

Y es que Khimki está triste. Dee Bost -que ya no funcionó en Zalgiris- no termina de encajar y parece sólo relucir en un aspecto en el que no ha sido muy constante: su defensa. Pero resulta escaso para sustituir a Shved tanto como Charles Jenkins, un mítico jugador ya de la Euroleague y que normalmente ha solido aportar en un rescate. Por dentro más allá de Mickey no van a encontrar en Malcolm Thomas o Gubanov, donde tienen el verdadero problema.

Dee Bost (Euroleague)

En definitiva nos encontramos con un conjunto que de momento tiene una gran sombra delante llamada Alex y tapados por sus 112 tiros hasta la fecha, de los cuales 78 son triples. Y para que lo contextualicen: entre Dee Bost, Anthony Gill y Tony Crocker suman 80 intentos desde la línea de tres. Caras de desconcierto, algunos de aburrimiento y otros de desazón. Así es como se interpreta este Khimki Moscow liberado que llega mañana a su encuentro con el Real Madrid en un grito evidente para varios de sus jugadores… ¡Time to shine! 

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