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#Opinión | Felipe Reyes: «Mi capitán»

El hermano de Alfonso. Ese pívot bajito. El compañero de Navarro, Raül López, Pau Gasol. Felipe. Felipe Reyes. El jugador con más partidos en la historia de la Liga. Leyenda. Capitán.

Los prolegómenos del partido frente a Baskonia, antes del parón por la Copa del Rey, tenían un solo protagonista. El capitán del Real Madrid, Felipe Reyes, recibía un homenaje, uno más, en esta ocasión por haber superado a Joan ‘Chichi’ Creus como jugador con más partidos disputados en la Liga. 779, hasta ahora. Y sumando.

El presidente de la ACB, Antonio Martín, hacía entrega al ala-pívot cordobés un trofeo conmemorativo. Mientras que el Real Madrid quiso reconocer su nueva marca personal con una camiseta firmada por sus compañeros, que le fue entregada por el exjugador Rafa Rullán, récord absoluto de campañas con el primer equipo blanco con 18.

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Felipe Reyes con Rafa Rullán. FOTO: PEDRO CASTILLO. realmadrid.com

Un repaso a la trayectoria del capitán

Buceando en las redes encontramos la descripción que hacían del dorsal número 9 de aquellos júniors de oro que alcanzaron la gloria en Lisboa’99:

Felipe Reyes es el hermano de Alfonso, también de la cantera del Estudiantes, y ante los armarios rivales, parece estar en su hábitat natural. En ataque no aporta mucho. Le gusta encarar el aro más que a su hermano para entrar, porque es algo más alto y más rápido. Su importancia vino en elevar la agresividad en las zonas entre los nuestros.

Felipe, 2,04 m de altura y 109 kg de pívot pleno de inteligencia, clase y garra, se incorporó al primer equipo de Estudiantes la temporada de ese verano de ensueño con la Selección, 1998-99. Su gran año colegial fue, sin duda, 2002, en el que firmó una media de dobles dígitos (16,9 puntos y 10,4 rebotes).

El Madrid se hizo con sus servicios en 2004, tras intentar captarlo cuando aún era júnior. El 9 de agosto de 2004 firmaba por 5 temporadas, con opción a una más. Y el resto, como bien se dice, es Historia. Historia blanca.

Del 14 al 9

Reyes debutaba de blanco con el 14 a la espalda y esa temporada alzaba su primera Liga. Cambiaba de dorsal al final de ese 2005, al 9 que le ha acompañado en toda su carrera, y con sus características medias altas blancas. Seña de identidad de un pívot luchador que siempre ha parecido tener un imán para los rechaces, en canasta propia y ajena. En 2007 firmaba su mejor temporada y se afianzaba como uno de los mejores pívots de Europa.

Felipe cumplirá 39 años el próximo 16 de marzo. Y seguirá dando guerra, porque está apalabrado que renueva con el Madrid hasta 2020. En estas 21 temporadas en la élite ha ganado seis Ligas (2005, 07, 13, 15, 16 y 18) y ha sido dos veces MVP de la temporada (2009 y 2015) y otras dos MVP de la final (2007 y 2013). Además, ha aparecido en cuatro ocasiones en el quinteto ideal (2007, 08, 09 y 15).

Un total de 779 encuentros en los que ha promediado 10,5 puntos, 5,9 rebotes (nadie ha cogido más: 4.628 hasta el pasado domingo) para una media de 13,4 de valoración. Este curso solo está en pista 14 minutos por jornada, pero su producción es elevadísima: 6,9 tantos, 4,2 rechaces y 10,8 de valoración.

«La sensación con él es que no hay ningún día de descanso, viene a entrenar y lo hace al máximo. Esa constancia es lo que le lleva a batir récords». Pablo Laso.

Un ejemplo

Felipe Reyes es, como hemos comentado, el jugador con más partidos en la Liga. También, su máximo reboteador. Y el máximo reboteador de la Euroliga, la competición más prestigiosa fuera de la NBA. Y, ante todo, es el capitán del Real Madrid. Un símbolo y un compañero ejemplar.

Y como muestra, las palabras que ha dirigido en Twitter el máximo abanderado del equipo blanco en la mejor liga del mundo, Luka Doncic. Que ayer quiso homenajear también a su ex-compañero antes de marcarse un partidazo con sus Dallas Mavericks:

Las palabras de Doncic nos recuerdan a las del poeta Walt Whitmann que se hicieron famosas gracias a la película El club de los poetas muertos: «Oh capitán, mi capitán». Que parecen escritas para el gran capitán blanco. Y que cumpla muchos partidos más. ¡Gracias, Felipe!

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