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Los nombres de la #F4Glory | Cory Higgins: líder sin premio del CSKA.

Resulta curioso que otro año más y por estas mismas fechas se vuelva a escuchar la frase “¿y Higgins, qué?”. Otro año más y el alero americano (California, 1989), ha vuelto a quedarse al margen de cualquier tipo de premio. Y es que para quien esto escribe -y probablemente les importe una mierda a ustedes, con perdón-, hablamos del mejor jugador de CSKA Moscú. Es más, no sería nada descabellado situar a Cory Higgins entre los elegidos a optar por el premio gordo a nivel individual del año: el MVP de la Euroleague.

Disculpen pero es de las veces que algo se te hace bola en el estómago y recientemente me han prescrito que las cosas hay que hablarlas y si hace falta, pedir ayuda (lo peor de todo es que en el podcast de esta semana le doy la murga con lo mismo a Manu Suárez). Y sinceramente, quien haya elegido los dos mejores quintetos de la Euroleague creo que la necesita más que servidor. Pero al menos a mí me dan este apartadito para reclamar estupideces. Y fíjense por donde, me apetecía alabar a alguien que está entre la undécima y nosotros. La undécima, eh. Se dice pronto.

Courdon, Cory para todos, Higgins es el flamante hijo de Rod Higgins y ahijado de Michael Jordan. Seguro que lo saben porque se repite partido sí y partido también a modo de presentación. Lo lleva en el nombre, como la famosa ristra de títulos de Daenerys de la Tormenta de la Casa Targaryen la primera de su nombre… y ahijada de Jordan como lo somos todos de alguna manera, creo.

Padrino y padre que decidieron dejarle sin trabajo un día e incluso sin casa, siendo cortado de la plantilla de los Bobcats –gracias en realidad, padre– y viéndose obligado a cruzar el Atlántico.

No deja de ser curioso que momentos después del despido, su propio padre argumentaba que <<Cory tenía calidad de sobra para jugar en la NBA, pero que necesitaba encontrar su sitio, ha demostrado aguantar la presión que suponía que le recordaran quién era su padre>>. Y jamás ha vuelto a pisar la NBA. No porque no tenga oportunidad -que verán, hoy en día en la NBA existe espacio para él-, sino porque se le intuye cierto disfrute en la capital rusa: <<soy de buen comer y en Moscú estoy encantado con el sinfín de restaurantes que hay>>.

Su primer equipo en Europa sería el Triumph Lyubertsy -hoy es el Zenit San Petersburgo de Joan Plaza- en el que seguramente ya llamó la atención de CSKA antes de que recalara en Turquía. Fue en el Triumph donde ya coincidiría con los hermanos Kulagin con los que compartirá espacio años después en Moscú. Y será allí donde jugó su primera final europea, la Eurochallenge, que pese a sus 21 puntos y 5 rebotes perdería contra el Reggio Emilia de dos ex-madridistas que seguro que os hace ilusión leer: Rimantas Kaukenas y Troy Bell.

Cory Higgins en las filas de Triumph – Euroleague

 

Ahora me voy a poner serio. Este año Cory Higgins ha promediado 14.8 puntos. Es el segundo mejor jugador de la competición en este apartado, sólo por detrás de Mike James -que tenía un equipo para él sólo-. Ha superado obviamente a sus compañeros Clyburn -elegido en el mejor quinteto de la Euroleague- y De Colo -en el segundo-. Pero no es de eso de lo que vamos a hablar.

Y es que si bien Clyburn se ha demostrado entre los mejores reboteadores de la competición -el cuarto con 6.91- y Sergio Rodríguez y De Colo entre los mejores asistentes, Higgins no. De lo que estamos hablando aquí es de liderazgo y aparición en los momentos clave.

Y creo que estamos de acuerdo en que éste es uno de los CSKA que más altibajos han demostrado en los últimos… ¿diez años?. Si es que a tal regularidad se le puede llamar altibajos. Pero en partidos igualados el que ha tenido la presencia de un ganador ha sido el ahijado de Michael Jordan. Quitando el balón a Sergio Rodríguez, aparcando en la esquina a Nando De Colo y apoyándose en Will Clyburn. Mandando a Hines y Hunter. Y sentando para siempre a Vorontsevich. Higgins ha conseguido, fácilmente, tres victorias de más en la casilla de los moscovitas.

Hablamos de aquello a lo que aludía Doc Rivers cuando decía que por supuesto que la estadística avanzada era una ayuda increíble, <<pero al final me voy a dejar llevar por el corazón y la impresión personal>>.

Taylor defiende a Higgins – Euroleague

Y claro, Cory Higgins no ha sido el que más números reúne. Pero ha sido aquél que coge el balón al final del partido, aquél que se mantiene como constante de los rojos, aquél que aunque no tengas ni idea eres capaz de intuir que es el líder del equipo, perdónenme pero merece tener el reconocimiento. 

Sólo, al menos, para dar la sensación de que nos vemos los partidos y no sólo las estadísticas.

Estoy seguro de que Laso sigue teniendo su nombre apuntado más fuerte que otros en la pizarra (esperemos que Pepe la tenga a mano).

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