Raül López sube la bola, Axel Hervelle bloquea a su defensor y el base de Vic asiste solo en la esquina a un tirillas que se levanta para lanzar y su tiro ni toca el aro. Una escena tan lamentable como habitual por aquel entonces. El jugador se llamaba Michalis Pelekanos y fue uno de los fichajes estrella del equipo madridista para la temporada 2007-2008.
Al plantear el dilema de si los dirigentes de la sección de baloncesto del Real Madrid deben apostar por la renovación de Dzanan Musa me viene siempre a la mente aquellos años oscuros donde el talento se disfrutaba a cuentagotas y la camiseta blanca era mancillada por jugadores, como el propio alero griego, claramente indignos de vestirla. Alex Scales, Filip Videnov, Marko Milic, Steffano Attruia; la cantidad de «paquetes» que hemos sufrido hasta hace no tanto tiempo es interminable.
Con Musa nadie puede rebatir que estamos hablando de uno de los tres jugadores más talentosos del roster del equipo esta temporada junto a Facundo Campazzo y Mario Hezonja. Irregular, sí, pero muy habilidoso y diferencial, también. Dzanan es uno de esos jugadores a los que amas u odias según como le haya sentado la siesta antes del partido. Que te desespera cuando hace flopping pero también que te deja con cara de tonto cuando penetra en plan kamikaze sobre algún bigardo europeo y le fuerza inexplicablemente un 2+1.

A Dzanan debemos exigirle una mayor consistencia en el día a día de la competición. El nivel desplegado el pasado domingo frente al Barcelona o hace unas semanas frente a Paris y Milan es lo que el bosnio debe ser capaz de ofrecernos con mayor frecuencia. Pero para analizar correctamente la situación debemos abrir el foco más allá del rendimiento individual de un jugador y ver que en buena medida al bosnio le ocurre lo mismo que a otras piezas del equipo, como Andrés Feliz, Usman Garuba, Eli Ndiaye, Hugo González o Serge Ibaka, a quienes desde el banquillo no se les potencia sus virtudes con una política de rotaciones inflexible orientada a repartir cuotas de protagonismo y con una pizarra carente de la imaginación y frescura que con otros técnicos hemos visto.
¿Por qué creo que es clave renovar al bosnio? Recordemos que este verano es más que probable que abandonen el equipo Rathan Mayes – fiasco de fichaje a apuntar en el debe de Alberto Herreros, no quedará más remedio que acometer una rescisión de contrato -, Hugo González – se quiere ir – y la incidencia de Sergio Llull en el equipo va a ir menguando. Con Kramer apalabrado para reforzar la línea exterior, el Real Madrid debería estar en condiciones de ofrecerle una buena oferta de renovación a un Dzanan Musa por el que ya han mostrado interés equipos como el Fenerbahce o el nuevo equipo de Dubai.
En caso de prescindir de sus servicios o no llegar a un acuerdo para su renovación, ¿hay alguien en el mercado que nos ofrezca certezas y pueda igualar las actuales prestaciones de Musa? Theo Maledon es el nombre más recurrente. Y a mi no me parece mejor que el bosnio. Pero, más allá de eso… ¿Y si no es posible traerlo? Habría que ir a por otras opciones con menos pedigrí y más costosas al haber traspaso de por medio, como Tyson Carter (Unicaja) o Jean Montero (Valencia Basket).
En fin, no veo ganancia de ningún tipo dejando marchar a Dzanan Musa del Real Madrid. Y sí muchos riesgos visto lo visto con las últimas «apuestas» del dúo JCS-Herreros en el mercado de fichajes. Por ello, háganme caso y apuesten por Musa, apuesten siempre por el talento. Es escaso y difícilmente reemplazable en el actual contexto del baloncesto europeo. Musa, siempre en mi equipo.
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