Llegó la primera bala de la ruleta rusa que es el play-in y el Madrid cayó estrepitosamente tras ser superado claramente durante casi todo el partido por un París Basketball que ha jugado mejor y que también ha parecido tener más ganas de ganar el partido que el equipo local. Mal partido blanco, que durante muchos minutos mostró la mala cara que le ha acompañado durante toda la temporada y que solo a base de coraje apretó el partido de la mano de Andrés Feliz y Serge Ibaka para acabar muriendo en la orilla. Falta un partido este viernes que puede dar la puntilla a una temporada nefasta o dar una vida extra a un equipo que no da la impresión de estar en condiciones de alargar su andadura por Europa durante mucho más tiempo.
El partido comenzó a un ritmo altísimo, el que marcaba TJ Shorts cuando atacaba París y el que también le gusta al Facu, que seguía con su dinámica de alimentar a los jugadores dentro de la zona. El Madrid se ha visto obligado a jugar este invento del play-in por sus pecados de los primeros meses de competición, pero puestos a tener que jugarlo, desde luego es un regalo para el espectador que el rival sea un equipo tan divertido como el de Tiago Splitter.
Para que el espectáculo fuera completo, no tardó en estropearse el reloj de posesión (un clásico del Palacio) y los de naranja no dudaron en decidir que ellos también eran protagonistas. A los 4 minutos de partido Tavares ya llevaba dos faltas y empezaban las decisiones raras. Con lo bonito que es este deporte cuando los del silbato pasan inadvertidos, la manía que tienen con que a ellos también se les vea.
El caso es que, pasado el primer parón, el cuarto siguió a toda velocidad, con ambos equipos intercambiando canastas hasta que el reloj se volvió a estropear. Llevamos al menos dos temporadas que el reloj del Palacio falla como una escopeta de feria y nadie le pone remedio.
Entre parón y parón, el París Basketball aprovechó para dar el primer tirón al partido. Al final del primer cuarto se llegaba con un 22-27 a favor del equipo visitante, que estaba jugando mejor y era el que imponía el ritmo del partido. Si alguien podía pensar que a los de Splitter les podía pesar el ser nuevos en estos partidos, ya quedaba claro que de eso nada.
La misma tónica se mantuvo al inicio del segundo cuarto. Un TJ Shorts excelente llevaba el ritmo del partido y castigaba constantemente la defensa del Madrid en el uno contra uno hasta que una muy buena jugada colectiva del Madrid, con hasta tres extra-pass, culminada con un triple del Facu y un contraataque llevado por Garuba metían al Madrid en el partido y forzaban a Splitter a pararlo. No le valía la reacción al Madrid para tomar el mando del partido, pero al menos se metía en la pelea en un momento que parecía delicado.
Sin embargo, a esta reacción siguieron tres minutos de apagón en ataque (a medias responsabilidad de la buena defensa visitante y del hacer de los colegiados) y al descanso el Paris Basketball se iba con 10 puntos de ventaja, 36-46. Un marcador muy preocupante, sobre todo porque el Madrid estaba siendo superado claramente en los dos lados de la cancha.
Al Madrid le había pesado en la primera parte la ausencia por personales de Tavares (solo cuatro minutos en pista) y el mal partido de los brates, con un Hezonja encogido y un Musa negado de cara al aro. Si además el rival tenía muy claro lo que debía hacer en ataque y se mostraba muy agresivo y centrado en defensa, el resultado al descanso era absolutamente lógico.
El Madrid salió más agresivo en ataque después del descanso, buscando a Tavares bajo el aro, lo que provocó que el París se cargara de personales muy pronto. Sin embargo, esto no servía para acercarse en el marcador. Muy al contrario, de la mano de un TJ Shorts sensacional, el equipo francés seguía marcando el ritmo del partido y no tenía problemas para mantener ventajas superiores a los 10 puntos.
Intentaba el Madrid reducir la diferencia a base de apretar en defensa, pero a la primera de cambio, con el equipo en zona, le caía la cuarta falta a Tavares y al Madrid se le iba la vida. Con todo pintando muy mal, Mateo decidía jugársela con Feliz en lugar del Facu y un 9-0 a favor dejaba el marcador en 58-62 a falta de diez minutos. El Madrid había salvado el primer match point de la mano de unos excelentes minutos de Andrés Feliz y Serge Ibaka.
El último cuarto comenzó con el Madrid apretando en defensa, lo que le hizo cargarse de personales muy pronto (eso y que el criterio arbitral era muy distinto en los dos extremos de la cancha). Un Feliz tocado físicamente dejaba su puesto al Facu y entre el argentino e Ibaka mantenían al Madrid a una canasta de desventaja. Parecía el punto de inflexión del partido.
Pero las remontadas hay que culminarlas y un triple de Hifi tras unos pasos clarísimos que se comieron los amigos de naranja dejaban de nuevo al equipo francés con seis puntos de ventaja a tres minutos del final.
Y ahí, ahora sí, murió el Madrid. Shorts, fantástico todo el partido, tomó el mando en el tiempo que quedaba y los errores en ataque del Madrid terminaron por enterrar sus opciones. Derrota final por 73-81. El París Basketball se clasifica para playoff y se enfrentará al Fenerbahce. Sensacional temporada de un equipo que solo tiene seis años de vida y que ha sido muy superior al Madrid durante prácticamente todo el partido.
El Madrid se la jugará el viernes contra el Bayern Munich, que ha derrotado en la prórroga al Estrella Roja. Tendrá que mostrar una cara muy distinta a la de hoy, si quiere pasar al playoff, frente a un conjunto alemán que guarda muchas similitudes con este París Basketball que ha construido Tiago Splitter.
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