Según publica Nacho Duque en el diario Marca, el Real Madrid y el Barcelona de basket se plantean cerrar sus canteras.
Todo esto viene a raíz del abandono de estas por partes de jugadores buscando los dólares de la “no profesional” Liga Universitaria NCAA en USA.
Con la llegada de los NIL: name, image y likeness, simplificando “derechos de imagen” de los jugadores que pueden cobrar por sus patrocinios, la NCAA se ha convertido en una puerta de acceso rápida al profesionalismo para jugadores y ha acelerado la salida de grandes proyectos de Europa.
Jugadores como Egor Demin, que salió a la Universidad de Brigham Young (BYU) han llegado a cobrar como una estrella de la Euroliga y algún jugador ha llegado a los 6 Millones de $ esta temporada, algo impensable en Europa.
Casos como el de Demin hay en cantidades ingentes, Ismaila Diagne, Kasparas Jakuciones, otro aspirante a posición alta en el draft, Jan Vide o más recientemente Dame Sarr, por parte del Barça, o Sidi Gueye, por parte del Real Madrid, o el prometedor Mario Saint-Supery de Unicaja.
Todo esto, unido a la habilitación de traspasos entre Universidades, casos de Aday Mara, Baba Miller o Alvaro Folgueiras, hace que los clubes europeos se planteen si merece la pena seguir invirtiendo o no en su cantera.
Todo esto merece una profunda reflexión por parte de los equipos y que FIBA tome cartas en el asunto, ya que hasta ahora las propuestas son nimias (carta de compromiso para que puedan acudir a llamadas de selecciones, consentimiento de sus clubs de procedencia y de su Federación nacional). En España se plantea, tarde y mal, una liga de filiales para intentar retener el talento.
Estas medidas, a mi parecer insuficientes, no impedirán que la NCAA siga surtiéndose de talento europeo, ya lo hacía sin pagar qué no va a ser ahora que pagan.
Las Universidades, si quieren profesionalizar sus equipos, deben asumir las consecuencias de pagar unas cifras de traspaso acordes a los salarios que ofrecen y no a lo que cobra un niño de 16 o 17 años en Europa o cualquier equipo del mundo.
Hasta que no se llegue a este punto, la NCAA seguirá expoliando las canteras de los principales clubes y casos como los anteriormente mencionados seguirán ocurriendo. O incluso casos como el de Hifi que ha jugado a gran nivel en Euroliga y tiene una oferta mareante de la NCAA.
Se que habrá gente que diga, que se fastidien los grandes que llevan tanto tiempo haciendo lo mismo con canteras más pequeñas, pero desde mi punto de vista es totalmente distinto, ya que cambiar una cantera, pongamos de Cáceres o Cádiz por un Real Madrid, Joventut o Barcelona es progresar en el juego dentro de tu entorno, mientras que el salto que se está produciendo es meramente crematístico.
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