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El Madrid sucumbe ante el poderío anotador ruso (88-93)

La baja de Llull está resultando en un gran bache para el Real Madrid. Pese al enorme partido de Campazzo (23 puntos), los esfuerzos del argentino no fueron suficientes para doblegar a un CSKA que dejó claro en el Palacio por qué es, una vez más, un firme candidato a ganar la Euroliga. 

Las cosas se complicaron ya desde el inicio. El Real Madrid salió al parqué con intensidad mínima y lo pagó caro. EL CSKA, sabiendo perfectamente a qué jugar, endosó un 0-7 de inicio y puso una intensidad defensiva altamente efectiva. Tanto fue así que los de Laso tardaron más de tres minutos en anotar el primer punto, que tuvo que ser desde el tiro libre, y cuatro y medio en encestar la primera canasta (3-10, min. 04:32). La situación empeoró todavía más tras un triple de De Colo que ponía la máxima renta del partido en el marcador (3-17, min. 5:49).

Laso paró el encuentro y tras una Lasina de las suyas el equipo despertó. Rudy y Ayón salieron a pista y subieron la intensidad, cambiando totalmente el devenir del encuentro, y bajando además la desventaja en un abrir y cerrar de ojos hasta los menos 8 (12-20). Más todavía se reducirían las distancias con un triple de Rudy aunque, 4 puntos seguidos de CSKA volvían a despegar a los rusos. Eso sí, los de Itoudis no contaban con el triplazo de Campazzo más allá de medio campo que ponía el encuentro en un puño al final del primer acto (20-24).

Retorno complicado e inesperado

Desde el mencionado tiempo muerto de Laso la situación se encarriló. El equipo se posicionó y sacó partido a dos de sus grandes virtudes: defensa intensa que posibilita contraataques y ahogo el rival. Con esas, de salida llegó un 12-0 en el marcador (gran culpa de un excelso Campazzo con 13 puntos al descanso) alzó al Madrid 8 puntos arriba, 32-24. Por supuesto, la reacción rusa no se hizo esperar. Tras casi siete minutos sin anotar, dos triples y una canasta de 2 igualó otra vez el duelo (32-32, min. 17: 34). Pero, un nuevo arreón final blanco permitió a los madridistas irse con una ligera ventaja a vestuarios que dejaba entrever una segunda parte vibrante (41-38). 

La salida de vestuarios fue claramente blanca pero se fue tiñendo de rojo con el paso de los minutos. Taylor tuvo la estocada para poner un más 7 en el marcador pero falló una entrada solo a canasta y de Colo replicó con un triple a una pierna que igualaba el duelo. A continuación, una clara falta no señalada a Taylor terminó suponiendo una antideportiva para el americano que CSKA no desperdiciaría para situarse 5 puntos arriba y forzar el tiempo muerto de Laso (51-56, min. 25:45). En esta ocasión, el parón no fue tan fructífero y el técnico blanco se vio obligado a volver a detener el encuentro 3 minutos más tarde (55-62). Con Rudy y Ayón de nuevo en pista se frenó la sangría y, pese al triple de Higgins, los blancos lograron irse seis puntos abajo al último y definitivo periodo (61-67).

El 5-10 de salida no ayudó a retomar el vuelo. Los rusos, con la muñeca muy fina desde la línea de 6,75 superaron de nuevo la barrera psicológica de los 10 puntos y ponían la situación realmente complicada para el Real Madrid (66-77, min. 32). La amplia distancia se mantenía y el paso de los minutos menguaba cada vez más las esperanzas blancas. Rudy, con un triple, las avivó de nuevo: 78-86 y algo menos de cuatro minutos por delante. En la jugada siguiente, Hines realizó un tremendo mate en la cara de Ayón y selló definitivamente la victoria visitante.

María Veiga

Periodista gallega que disfruta del baloncesto en Madrid... y donde sea.

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