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Carroll llegó a tiempo para el rescate (79-74)

Llegaba el Madrid a este encuentro con un casillero impoluto en Euroliga. De inicio parecía que seguiría así de manera sencilla pero a medida que fue avanzando el duelo las cosas se complicaron y por momentos semejaba que la victoria final se iba a escapar. Afortunadamente para los intereses blancos, Carroll apareció a tiempo y el 7-0 ya campea en la clasificación de la máxima competición europea.

La defensa fue el mejor arma del Real Madrid. Con un Tavares imperial, anotar para Khimki era casi una utopía. Solo dos jugadores, Gill y Bost, fueron capaces de perforar la red blanca. Mientras tanto, en ataque el Madrid estaba algo más acertado, fundamentalmente de la mano de tres hombres: Causeur, quien encestó los primeros seis puntos del encuentro; Llull, con dos preciosos triples, y Randolph, con otras dos canastas que en conjunto propiciaron la buena renta blanca al final del primer cuarto (19-12).

Los moscovitas despertaron de su apatía en ataque pero de poco les sirvió. A pesar de anotar 9 puntos en apenas tres minutos, el Real Madrid no se quedó atrás. De hecho, tras sendos triples de Rudy y Campazzo, y otros tres tiros libres del argentino, los de Laso pusieron su máxima renta a favor del encuentro (34-21, min. 14). Tras los libres del base madridista, el Madrid entró en parada. Khimki aprovechó el nubarrón en el ataque local para endosar un parcial de 0-8 en el marcador y apretar el encuentro (34-29, min. 17:20). Laso paró el partido y el momento de reflexión vino bien a los suyos, al menos para frenar la racha rusa e irse con ventaja de 6 al descanso (41-35) gracias a una nueva canasta de Deck sobre la bocina.

Nefasto tercer cuarto

Laso repitió quinteto inicial a la vuelta de vestuarios (Llull, Causeur, Taylor, Randolph y Tavares) y de primeras funcionó. Después de tres minutos de tercer cuarto la ventaja había vuelto a 10 puntos (51-41) pero Gill y Jenkins se encargaron otra vez de apretar las cosas (51-47, min. 25:30). En un pañuelo se pondría más el partido con el triple de Crocker y la canasta de Thomas: el Madrid, por primera vez, por debajo en el marcador (54-55, min. 29:45). Pero, tal y como sucedió en el periodo anterior, Deck sobre la bocina, salvaba momentáneamente los muebles (56-55).

Crocker continuó con su influencia ascendente en el duelo y suya fue la canasta que devolvía a los suyos el liderazgo. A continuación, una antideportiva de Markovic, la cual no desperdició Carroll con los libres ni Rudy con un triple, posibilitó que el Madrid se pusiese de nuevo por delante (60-57, min. 31:14). Crocker puso otra vez el empate y ahí emergió la figura de Carroll para dar un respiro a los suyos con dos canastas consecutivas (66-60, min. 35:11). La fiesta particular del americano tuvo su colofón con un triplazo inverosímil que situaba a los blancos al borde de la sentencia (72-64, min. 36:43).

Pero. cuando más en la mano lo tenían para matar el partido, los blancos se relajaron y Khimki respiró en el cogote madridista. Crocker anotó tres tiros libres y Gill continuó la racha, dejando a solo tres puntos el marcador (77-74 a falta de 16 segundos). Carroll encestó sus tiros libres a continuación y Khimki falló su tiro por lo que la victoria se quedó, finalmente, en casa. 

Foto: ACB

María Veiga

Periodista gallega que disfruta del baloncesto en Madrid... y donde sea.

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