El Real Madrid juega este miércoles (20:15, Movistar Deportes) su tercer partido de la serie contra Darussafaka Dogus (1-1 en la eliminatoria hasta el momento) con la obligación de ganar al menos uno de los dos choques que tendrán como testigo el pabellón del equipo de Blatt para optar a una plaza en la Final Four.
La imagen del Real Madrid en los dos primeros enfrentamientos contra Darussafaka no ha sido la esperada. Los de Laso no han sido capaces de encontrar en ningún momento el punto a la eliminatoria, viviendo de la inspiración más que del conjunto para solventar los apuros. De esta forma el Real Madrid logró salir vivo del primer envite gracias a la gran labor de Llull y Ayón, los dos mejores jugadores madridistas hasta el momento en la serie, mas no sería suficiente en el segundo partido, donde Blatt volvió a salir airoso de su choque contra Laso y el trabajo de la dupla hispano-mexicana fue insuficiente para colocar el segundo triunfo en el casillero blanco.
Así, el Real Madrid se encuentra en una situación delicada. Darussafaka Dogus ha sabido imponer su ley como local en la fase regular de la competición y ha cosechado victorias en su domicilio ante potencias del continente como CSKA, Fenerbahçe, Panathinaikos, Baskonia y el propio Real Madrid. Bajo la batuta del otrora entrenador de Cleveland Cavaliers, los turcos han demostrado saber cuándo hacer del Volkswagen Arena un auténtico fortín. Fortín que el Real Madrid de Laso está obligado a asaltar en al menos una ocasión esta semana para que la serie, como mínimo, vuelva al Palacio de los Deportes.
Para ello deberá mejorar el rendimiento de gran parte de la plantilla blanca. Tan solo Ayón y Llull con pinceladas de Hunter han estado a la altura de los acontecimientos en los dos primeros partidos. Se necesita un paso al frente en ataque de piezas como Randolph, Rudy o Doncic, al que seguro el partido del otro día le valió de aprendizaje. Y, en defensa, hay que volver a evitar que Wanamaker y Zizic se sientan tan libres.
Con la única duda de Trey Thompkins, el Real Madrid se la juega a partir de esta tarde. O ganamos en Estambul o la Final Four habrá sido un bonito sueño tornado en pesadilla.
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