El Madrid sufrió para ganar al UCAM en el último partido del año como local. Los pimentoneros, tras estar flojos los primeros 20 minutos, salieron enchufados tras el descanso y pusieron en muchos aprietos a los de Laso.
El primer cuarto no pasará a la historia, ya que el tremendo desacierto del UCAM en el tiro les dejó en tan sólo 8 puntos. Las intimidaciones de Tavares mermaron a los universitarios, que también es verdad que fallaron tiros fáciles. Por su parte, el Madrid, tuvo muchas perdidas en estos 10 primeros minutos, pero les valió para irse 10 arrriba (18-8).
Mejoraron los de Javi Juárez, que volvía a casa, en el segundo periodo, donde a los pocos minutos ya habían superado su pírrica anotación del primer cuarto. Urtasun con 9 puntos, fue su principal arma ofensiva y prácticamente la única, por lo que era insuficiente para competir con el Madrid.
Por su parte, Laso dio entrada a Prepelic y a Kuzmic, que volvía de lesión, pero fueron Llull y Thompkins quienes llevaron la batuta con la ayuda de Tavares cuando volvió a salir a pista. Al descanso, cómoda renta madridista de 12 puntos (42-30).
El paso por vestuarios no sentó bien a los merengues, que salieron bastantes espesos y con muy poco ritmo. La doble jornada europea le pasaba factura a los blancos, donde sólo Thompkins seguía a un nivel acertado. UCAM subió sus porcentajes de tiro, lo cual no era excesivamente complicado, y se metieron de lleno en el partido. Al finalizar este acto, sólo dos arriba para los locales (58-56).
La cuarta falta personal de Tavares tras otra rigurosa personal en ataque le mandaba al banquillo al minuto de empezar el cuarto. Tenía que volver a pista un desconocido Felipe Reyes, ya que ni Randolph ni Ayón ni Deck fueron de la partida en la tarde hoy. Logicamente, los visitantes aprovecharon el agujero y se llegaron a poner por delante. Booker jugaba a su antojo con la defensa madridista, que en ataque no veía alternativa a tirar triples sin acierto alguno.
La picardía y la intensidad de Facu mantenían al Madrid en el partido y levantaron a un Palacio que se había desenganchado del partido por completo y empezó a hacerse notar. No le amedrantó a un Booker que seguía on fire, mientras que Thompkins seguía siendo el más efectivo del Madrid, sin dejar de mencionar una mandarina de Llull, que a pesar de estar desacertado en el segundo tiempo, no tuvo nunca miedo de afrontar la responsabilidad.
En el momento decisivo un doble rebote ofensivo de Thompkins y luego de Reyes daban la victoria al Real Madrid, que tras la victoria ayer del Barcelona, no perdía la estela de la cabeza.
De esta manera, el Madrid despide el año en el Palacio, ya que sus dos prçoximos compromisos de este 2018 serán a domicilio.
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