Euroleague

#Crónica | Un esperpéntico último cuarto condena al Real Madrid en Israel (75-74).

 

El Real Madrid llegaba a Tel Aviv jugándose la segunda plaza europea dejando buenas sensaciones el pasado martes frente a Efes. Por su parte, Maccabi que, tras la eliminación de los equipos rusos, está entre los ocho primeros trabajando los puestos de playoffs.

 

La Mano de Elías rugía antes de comenzar el partido como ya viene siendo costumbre tras pasar la pandemia del COVID-19 y con un lleno absoluto. El partido comenzaba con el mismo quinteto que en Estambul: Nigel Williams Goss, Hanga, Deck, Yabusele y Tavares. Por su parte, el equipo macabeo empezaba con: Wilbekin, Nunnally, Evans, Williams y Zizic.

 

Comenzaba el partido con un tímido intercambio de canastas pero Yabusele lo quiso incendiar rápidamente desde más allá del 6,75. El francés cerró los primeros diez minutos con una brillante carta de presentación: 14 puntos, 2 robos y 4/5 en T3. Además, la buena circulación del balón llevó al equipo a dar siete asistencias (tres de ellas de Nigel Williams Goss). Wilbekin no quería dejar escapar al Real Madrid con siete puntos siendo el más destacado de los locales (20-21).

 

El segundo cuarto comenzaba con un triple de Nigel aunque los de Laso se atascaron con dos pérdidas consecutivas que daban la vuelta al marcador y ponían el 26-24. Laso decidió dar minutos a Trey Thompkins, que está a años luz del que era y muy lento en defensa, esto último costó un 2+1 a Derrick Williams y tres tiros a Nunnally en cuestión de segundos. Con todos los contratiempos, Rudy con su picardía en defensa y un gran Hanga en ambos lados de la cancha, hacían alargar la diferencia hasta el 41-44.

 

Thomas Heurtel tras el paso por vestuarios quiso demostrar que aún queda magia en esas manos. Un cuarto casi perfecto con tres triples, una canasta de dos y varias asistencias a sus compañeros. Hoy también volvimos a ver una gran versión de Poirier que cada vez está más metido en la dinámica del equipo dejando atrás su mal inicio de 2022. La batalla llegaba al último cuarto con un +7 (59-66).

 

El último cuarto comenzaba como se cerró el anterior, canasta de Poirier con asistencia de Heurtel. En la siguiente jugada Wilbekin anotaba un triple cuando quería asistir a Reynolds y que ni Scottie se lo creía. Los últimos 6’23’’ fueron un infierno para el equipo blanco donde no anotó ninguna canasta en juego y únicamente dos tiros libres de Poirier. A las cinco pérdidas de los últimos minutos hay que sumarle que no se hicieron buenas lecturas en los ataques donde Poirier/Tavares estaban emparejados con Williams y no les llegaban balones. El Maccabi se creció y Keenan Evans veía el aro como una piscina. Con un parcial de 12-0 los macabeos se llevaban la victoria (75-74).

 

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