Previa Euroliga | La Sala Pionir espera al Real Madrid
La Euroliga no descansa en esta frenética semana de doble partido. Tras derrotar plácidamente a Brose Bamberg el pasado martes, hoy el Real Madrid se desplaza hasta la Sala Pionir de Belgrado para disputar esta tarde a partir de las 19:00 (Movistar Deportes) su encuentro correspondiente a la decimocuarta jornada contra Estrella Roja.
La victoria ante Brose Bamberg, la segunda más amplia hasta la fecha en Euroliga por parte del Real Madrid tras la cosechada en el Palau ante el eterno rival, no hace más que reafirmar el buen momento por los que pasa el conjunto de Pablo Laso pese al pequeño traspiés de la semana pasada contra Darussafaka. Con Llull recuperado y acertado, con Doncic quemando etapas como nadie ha hecho a su edad (MVP de la jornada en Euroliga más joven de la historia) y viendo cómo la enfermería poco a poco se va quedando vacía (sólo Maciulis es baja por lesión, aunque tampoco viaja Rudy debido a su próxima paternidad), el optimismo parece haber llegado para quedarse a la casa blanca. Como novedad en el equipo de Pablo Laso destaca la presencia en la expedición merengue de Dino Radoncic, campeón la semana pasada con el Junior merengue del Torneo de Santa Cruz, donde el montenegrino fue galardonado como MVP de la competición.
Enfrente esta tarde el Real Madrid tendrá un equipo competitivo y una afición que abruma. La Sala Pionir es el sexto jugador de un Estrella Roja que disputará su cuarto partido de la competición en dicho pabellón, que compagina con la Bombank Arena. Estrella Roja, hasta la fecha, no ha rentabilizado como debiera su condición de local en Belgrado. Su balance de 3-3 jugando en casa es una losa grande para un equipo que quiere meterse en el Top-8 de la Euroliga, más cuando aún no han recibido ni a Real Madrid, ni a Fenerbahçe ni a CSKA. No obstante Pablo Laso sabe lo que es caer derrotado contra Estrella Roja, y los Jovic, Simonovic, Kuzmic y compañía no quieren dejar pasar el tren de los ocho primeros, al que aún están a tiempo de subirse. Pero para ello los hombres de Dejan Radonjic no pueden fallar en casa.
