El Real Madrid pierde su imbatibilidad a domicilio
El Real Madrid ha perdido su imbatibilidad a domicilio tras caer en la siempre complicada pista del Andorra por 89-87 en un duelo muy atractivo y lleno de alternativas que acabó llevándose el cuadro de Peñarroya tras un gran último cuarto. El gran partido de Campazzo que acabó con 19 puntos y 35 de valoración, no fue suficiente. Por parte local, Landing Sané, fue el mejor con 24 puntos.
Arrancó el duelo con un gran ritmo anotador y los andorranos castigando desde el tiro exterior: a raiz del 6-6 se desataron las rachas y los parciales. Tras el 13-6 de los locales al 16-26 de los merengues, que se agarraban a un inspirado Tavares. Tras los primeros 10 minutos, 19-28 con 9 puntos del mencionado Tavares, que no volvió a anotar y 8 de Doncic, que no aportó mucho más que su compañero. Los 4 triples de los locales, les permitíán estar en el partido.
Facu Campazzo hizo el show en el segundo acto, anotando 10 puntos. Le ayudó Carroll con 8, que tampoco volvió a anotar. El Madrid se mostraba superior, pero los 6 triples de los andorranos les hacían sumar 10 al descanso cuando sus guarismos habituales son 8 por partido. Jaime Fernández y Sané con 11 puntos , lideraban a los suyos. Precioso primer tiempo que se saldó con 51-55, lo que invitaba a una proyección de 102-110.
El tercer cuarto fue de poca anotación. Campazzo seguía manteniendo con ventaja al Madrid a pesar de las altenartivas en el electrónico. Seguramente, le pesó al Madrid la fatiga por el partido del jueves y posterior viaje. Andorra fue mejor y ganó con justicia, pero nulo favor se hace a este deporte si al único equipo que genera audiencia y llena pabellones le machacas continuamente con horarios nocivos y perjudiciales.
En el último cuarto un renqueante Rudy trataba de tirar del equipo con Campazzo, pero el empuje local terminó decantando el juego. Albicy, Sané y Jelinek dejaron el triunfo en casa y rompieron la imbatibilidad a domicilio del Madrid.
Tras dos derrotas seguidas, el calendario dará un pequeño respiro al Madrid hasta el viernes. LLega Olympiacos y ahí no habrá margen para el fallo.
