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Los nombres de la Euroleague | Matt Janning: el largo viaje de una eterna promesa.

Matt Janning (Minnesota, 1988) ha sido ese jugador que siempre pensamos que puede dar un paso más. Un buen jugador y notable tirador por los que el tiempo no pasa esperando que en algún momento de ese salto hacia un equipo que le deje ser, quizá, uno de los mejores aleros del continente.

Pero el tiempo, como decimos, corre rápido. Y Matt ha dado ya más pasos de los que uno cree cuando lo ve en pista: 30 años y quizá ahora le ha llegado el momento. Quizá.

Matt Janning es ese tipo de jugador que gusta a ojos relajados debido a su plasticidad y elegancia en el tiro, así como la velocidad que tiene en lanzar.

En Madrid se le conoce bien: el 21 de Abril de 2015 Granger penetraba a falta de un par de segundos para liberar a Matt en la línea de tres y ganar al Real Madrid un partido de playoff que daba acceso a la Final Four. La Final Four de Madrid, la de nuestra novena. Pues aquél Efes, quizá, fue el que más cerca estuvo de llegar a una Final Four en todos estos años. Y Janning aquel día consiguió 21 puntos que aún hoy en día sigue siendo su mejor marca. Sí, 21 puntos. ¿Parece poco?

Janning celebra su triple ganador ante el Real Madrid | euroleague

¿Cómo es posible que alguien que tiene cierta regularidad en el tiro (39% de acierto en la línea de tres en Euroleague) no haya tenido un partido con un pico mayor? Y segundo, ¿cómo es posible que desde Anadolu Efes no haya encontrado un destino con un gran proyecto? Eso es lo que se esperaba de él desde que llegó a Italia por primera vez en 2011 y por cómo de rápido le echó el ojo Montepaschi Siena.

Desde entonces aquél joven que prometía puntos terminó viajando por demasiados países: Croacia, Turquía, Israel, Rusia… sin terminar siendo considerado un jugador importante para el equipo como favorito por parte de la afición. La del ojo vago, la que quiere plástica y disfruta con sus triples.

Pero Janning siempre ha parecido falto de competitividad. Quizá suene duro pero son años viendo en pista a un funcionario de la línea externa, quizá con falta obvia de defensa pero, ¿no hay especialistas que tienen la espalda cubierta? Dusan Ivkovic, Danny Franco o Georgios Bartzokas nunca parecieron encontrar su verdadera utilidad.

Y ojo, Bartzokas fue el que más cerca estuvo. Cuando Janning bajó considerablemente su rendimiento en Hapoel Jerusalem, equipo al cual tenía que rescatar en anotación -tenía un porcentaje de tiro de tres del 21%-, se fue corriendo a la llamada del griego. El Lokomotiv Kuban de Singleton, Randolph y Delaney le necesitaba para ampliar un banquillo corto. Y sumar a Broekhoff una amenaza exterior que no fuera Claver, que tenía otro rol -quizá el mejor que nunca tuvo-, más volcado a la zona.

Janning en la victoria del Loko ante el Barcelona | euroleague

Y Janning cumplió. Minutos de calidad para el relevo y un buen seguro cuando Broekhoff fallaba. Luego llegó Randolph promediando 18 puntos y 6.6 rebotes para eliminar al Barcelona y claro, todo fue más fácil.

Esta mitad de temporada en Rusia le ganó otro año más, ya sin el Loko de Final Four. Sin Delaney, Randolph, Singleton y Bartzokas. Sasa Obradovic le daba el timón en el alero y otra vez aquél joven que podría dominar la anotación de un buen proyecto pareció muy lejano, con un techo tan alto que pareció el final de todo. Igual no era aquél jugador, igual le faltaron más aptitudes para el juego. Igual le faltaba ese carácter necesario para ganar. Para ser un alero titular en Europa.

De Lokomotiv se esfumaba esa posibilidad por completo, cayendo en Eurocup ante Unicaja  en dos partidos desastrosos que le pusieron con un 2/10 en el tiro exterior.

Tiro ante Toupane | Euroleague

Pero Pedro Martínez llegó a Vitoria y algo cambió: “vino Pedro y cambió todo un poco. Modificó mi rol en el equipo, confió en mí y me dio un lugar importante dentro de la plantilla”. Más especialista, más temporero que nunca. Cerca de la treintena y nunca habiendo ocupado el espacio que prometió en Siena.

Pero Baskonia sumó. Consiguió un ambiente que le envolvió, que consiguió llenar más el espacio que dejaba Shengelia. Tanto que hasta consiguió el pasaporte georgiano para proyectar un futuro contrato que le ponía Pedro Martínez encima, esperando que Matt sea su especialista por fuera.

Matt Janning resurge ya a los 30 como ese jugador que tiene a la espalda tantas experiencias como quizá falta de miedo. Un miedo que le atenazó en su momento y que quizá dejó fuera de su vida en el mismo momento que le pidió matrimonio a su mujer a la par que se convirtió en papá.

A veces lo mejor, como diría alguno, es sentar la cabeza.

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