Tras la Copa del Rey y el parón de selecciones, vuelva la Euroliga dos semanas después. Cabe recordar que el Real Madrid viene de tres batacazos consecutivos fuera de Madrid, que ponen en jaque su supervivencia en la máxima competición continental. Los blancos ahora mismo están fuera de Play-In, con un balance de 13-13. Ganar significaría superar al Barcelona (basket average) e insuflar algo de motivación y alegría a un equipo que viene de ser vapuleado en la final copera ante Unicaja.
El rival tampoco está en su mejor momento, ya que la eliminación copera en cuartos de final trajo de regalo la lesión de Kevin Punter, el estilete culé. Lesión que se ha de sumar a las ya conocidas de Laprovittola y Vesely. Pero los problemas no acaban aquí para los de Peñarroya, ya que Juan Núñez también es baja indefinida, y Brizuela es duda por problemas en el Aquiles.
Clásico donde ambos se juegan muchas de las aspiraciones continentales, pero que, a su vez, parece muy descafeinados por las ausencias y los estados de ánimo. Ninguno de los dos viene jugando bien, con muchos errores por parte de los jugadores, y con inoperancia técnica desde el banquillo.
Parece duro decirlo, pero la gran mayoría de aficionados ven con desidia y desdén el enfrentamiento de este jueves a las 20.45h. Y es normal, con los dos gigantes españoles relegados a meras comparsas en Europa, y a equipos muy vulnerables en España. Pero bueno, un clásico no deja de ser un clásico, ¿no? Siempre queda la rivalidad.
Deja un comentario