Sí, amigos, hay deporte aparte del fúrgol. Y un domingo cualquiera tu jefe te pide que realices la crónica del Real Madrid de los canastos, ese equipo que tras su fiasco en Euroliga parece que ya solo le importa a cuatro frikis, entre ellos el que suscribe.
Y aquí estamos un domingo cualquiera siguiendo el baloncesto blanco, y con muy poco atractivo, cuando la primera posición de esta casi eterna temporada regular está bastante al alcance de la mano, para afrontar unos playoffs que incluso hoy en mayo, se atisban demasiado lejanos y pesados incluso para los más frikis y acérrimos seguidores del baloncesto ACB.
Enfrente estaba ese extraño equipo gallego que en realidad es una selección balcánica de una conocida agencia de representación, y muy bien dirigida durante la segunda mitad de la temporada por el manchego Luis Casimiro.
El partido comenzó siendo un calco de lo que está ofreciendo este Real Madrid en la liga de la Asociación de Clubes de baloncesto. Juego simple, un tanto rácano y que suele llevarse la victoria al bolsillo por la calidad y cantidad de su plantilla. Hoy, pese a las ausencias (¿lesión? ¿molestias? ¿cansancio?… vaya usted a saber, amigo Sancho) de Campazzo y Hezonja, el buen hacer inicial de Llull, Tavares y Musa logró una cómoda ventaja que rondaron los diez puntos durante casi toda la primera parte. Pero ya sabéis, amigos, la tabla de Excel de cambios es la que manda en este equipo de Chus Mateo, y la entrada en rotación de jugadores casi defenestrados esta temporada como el bueno de Rathan-Mayes, así como el acierto de los gallegos desde la línea de tres, igualó el partido en el marcador, si bien este, parco en anotación e insulso en el juego, donde una torcedura de tobillo de Musa en los albores del descanso, prendieron las alarmas en el equipo merengue.
Todo ello no fue más que una falsa alarma, cuando el bosnio volvió a la cancha, donde parecía que se seguiría el guion de los dos primeros cuartos, discreto dominio blanco, con una discreta ventaja en el marcador. Pero una serie de tres triples seguidos de los ser… estoooo de los gallegos, logró un empate a 50 en el marcador quedando un ultimo cuarto por jugar, y lo que parecía un plácido partido ya no lo era tanto.
Musa, con dos triples consecutivos, (tras varias pedradas anteriores, todo hay que decirlo) recuperó la normalidad en el partido, y el Madrid afrontó el ultimo cuarto con una pequeña ventaja de 5 puntos en el electrónico.
Y como tenía pinta, el Breo iba a vender cara su derrota, a poco que aumentase su acierto, apretándose el marcador y con la sensación de que el partido se lo llevaría el menos malo de los presentes en la cancha. Un triple de Vila igualaba a 67 el marcador, y con todas las sensaciones de que los gallegos deseaban en mucha mayor medida llevarse la victoria al zurrón frente a las huestes funcionariales de Chus Mateo, que parecía querer dejar el devenir del encuentro en manos de su gran fichaje, Bruno Fernando. Nótese la ironía, que es un domingo por la tarde, nublado y ventoso en la capital del reino.
Al final, victoria para los blancos que confirma el primer puesto en la temporada regular para el Real Madrid, esperando que estas jornadas antes de playoffs sirvan para recuperar lesionados, y no agravarlos, porque de mejorar el juego, como que a estas alturas ya lo damos por imposible, y aún así seguiremos hasta el final, porque un domingo cualquiera puedes hacer cualquier cosa, menos dejar de ver al Real Madrid.
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