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Merengue Merengue | El Príncipe y el Mendigo

Este inicio de temporada del Real Madrid Baloncesto ha estado marcado por la enorme acumulación de bajas sensibles en puestos clave del equipo. El primero en caer fue Sergio Llull en verano, durante la gira de preparación de la Selección Española de cara al Eurobasket; un golpe directo al esternón del conjunto blanco que se quedaba sin su máxima estrella para buena parte de la temporada. Como sustituto temporal, el club decidió firmar al americano Chasson Randle con la temporada ya empezada, un jugador que de momento no cuenta demasiado en los esquemas de Pablo Laso.

Pero las malas noticias no acabaron aquí. Semanas más tarde, el ala-pívot americano Trey Thompkins iba a estar fuera del equipo durante un mes por motivos personales que le obligaban a estar en Estados Unidos con su familia previa autorización del club. Su baja indefinida unida a la lesión de larga duración de otro hombre interior como el pívot serbio Ognjen Kuzmić, que estará fuera de las canchas durante toda la temporada debido a una importante lesión de rodilla, y una luxación en el hombro derecho de Anthony Randolph, uno de los jugadores que mejor había iniciado la temporada, mermaron considerablemente el juego interior del equipo. Como sustitutos aparecieron el defenestrado Jonas Maciulis y el imberbe Dino Radoncic en la rotación habitual del equipo tanto en ACB como en Euroliga, con un resultado bastante positivo.

Con Randolph y Trey ya de regreso en el equipo, el siguiente jugador en “caer” ha sido Gustavo Ayón, el único center puro disponible en la plantilla tras la lesión de Kuzmic. Una lesión compleja en el hombro – otra vez más, el dichoso hombro – cuyas pruebas médicas realizadas durante el día de hoy han diagnosticado su gravedad y un periodo de baja que se alargará como mínimo hasta finales de febrero.

Así, el Madrid acomete los encuentros ante Maccabi en Euroliga y Barcelona en ACB sin pívots y con Felipe Reyes, Anthony Randolph, Trey Thompkins como únicos interiores puros disponibles. Posiblemente veremos a Reyes y Randolph repartiéndose los minutos en el “5”, dejando a Thompkins, jugador cuyo estado físico tras un mes parado es una incógnita, Maciulis y Radoncic en el “4”. Incluso Doncic puede que esporádicamente ayude en esta faceta. A todos estos infortunios en forma de lesiones debemos unir los reiterados problemas físicos de Rudy Fernández, que no le han permitido entrar totalmente en dinámica en los esquemas de Pablo Laso. Basta con remitirnos al último encuentro de Liga ACB disputado en Tenerife en donde el alero balear no ha disputado ni un solo minuto a pesar de haber sido inscrito en la ficha oficial del partido.

El small ball en su máxima expresión en el Real Madrid es lo que nos espera a partir de ahora pero que tiene sus riesgos. Es evidente que esta plaga de lesiones está provocando y seguirá provocando un sobreesfuerzo en varios jugadores de la plantilla. Nadie sabe cómo llegará Doncic al final de temporada después de haber asumido una buena parte del protagonismo ofensivo, minutos y esfuerzos en este inicio de campaña. Tampoco como un veterano de Vietnam como Reyes, que el próximo mes de marzo cumplirá 38 primaveras, afrontará el tramo decisivo allá por el mes de marzo y abril, siendo ahora mismo clave su participación durante un buen puñado de minutos en cada encuentro, sin poder gestionar debidamente sus descansos. O si Rudy alguna vez volverá a ser aquel jugador que nos maravilló y gozará de la regularidad que su equipo necesita a la hora de luchar por todos los títulos en juego.

Anthony Randolph durante el último Real Madrid vs CSKA | Foto: Emilio Cobos

Y todo esto sin ningún pívot disponible – como mínimo – hasta la Copa del Rey a menos que el club decida reforzar el equipo. ¿A que está esperando el club? Incluso con un periodo de baja menor para Gustavo Ayón, ¿no era necesario reforzar el puesto de center y no sobrecargar a otros efectivos de la plantilla? ¿Por qué en una situación tan excepcional se tarda tanto en acometer cualquier operación? ¿En serio 500.000€ tienen la culpa de sacrificar toda la planificación y gestión de esfuerzos de Laso con su equipo en un calendario de partidos tan salvaje como el actual? ¿Alguien le ha dicho a Florentino Pérez que la única alternativa del filial de EBA es un chaval de 15 años que todavía no está preparado para competir al máximo nivel o un trotamundos de equipos EBA como Javier Salsón con muchas primaveras a su espalda y que apenas supera los 2 metros de estatura? ¿Está el madridismo preparado para «tankear» y tirar al garete determinados partidos a costa de no penalizar en exceso a alguno de sus jugadores más castigados físicamente sin que se enciendan las alarmas a la mínima racha de 2 partidos perdidos?

Somos conscientes que el presupuesto de la sección de baloncesto es mirado con lupa por parte de la cúpula del club, que en este tipo de situaciones para explicar el trato al fútbol y el baloncesto hay que rescatar la metáfora del príncipe y el mendigo, pero creemos que este equipo, entrenador y afición se han ganado durante las últimas temporadas el respeto como para apoyar y actuar con celeridad a la hora de reforzar la plantilla. No se trata de un capricho, sino de una NECESIDAD.

Seguiremos informando…. Y opinando.

Hala Madrid

Brais Iglesias Castro

Director de 24segundosenblanco

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